jueves, 24 de octubre de 2013

LA ÉTICA DE ARISTÓTELES 1/2


La ética de Aristóteles, pt. 1 (Por Darin Mcnabb)
¿Has oído hablar de la rueda de la fortuna? Es un concepto del mundo
greco-romano y medieval que expresa la naturaleza caprichosa del destino. En
las imágenes de la rueda vemos personas situadas en diferentes partes. Si estás
encima, todo va muy bien, pero con una vuelta de la rueda, mañana te
encuentras hasta abajo y todo te va mal, y luego hay gente en los lados. Lo que
determina tu posición en la rueda, y por tanto en la vida, no es tu esfuerzo o
mérito sino el azar. La rueda pertenece a la diosa Fortuna y aquí la vemos a un
lado dándole vueltas caprichosamente.
La posibilidad de que la fortuna echaba por abajo el trabajo y planes de uno
aterraba a los antiguos griegos. Vemos este temor reflejado en su literatura, el
drama trágico, y en su filosofía. Como veremos, la Ética nicómaco de
Aristóteles no es excepción. A 2.300 años de Aristóteles, ¿qué pensamos
nosotros de los azares del destino? Obviamente reconocemos que no podemos
controlar todo, que los planes, por mucho que se cuiden, pueden acabar mal.
Pero nuestro temor no es tanto debido al legado judeo-cristiano. Lo moralmente
relevante no es tanto el acto como la intención. Lo que cuenta es una buena
disposición. Obviamente uno quiere lograr sus metas en la vida, pero si no, no
pasa gran cosa porque hay una vida después de ésta en la que esa disposición,
la virtud de uno, es compensada.

miércoles, 16 de octubre de 2013

PLATÓN Y LA ALEGORÍA DE LA CAVERNA 2/2 (EXPLICACIÓN)



Si no has has visto la Primera parte de La Alegoría de la Caverna, te recomiendo pinchar en el enlace.



SIMBOLISMO ONTOLÓGICO Y EPISTEMOLÓGICO
La caverna subterránea simboliza el mundo sensible tanto en el ámbito natural como en el social: la sociedad humana ignorante de todo conocimiento. Es por ello el estado de conocimiento que Platón denomina doxa u opinión, donde predomina la apariencia de lo perecedero.
        Los encadenados que confunden la realidad con las sombras de objetos falsos simbolizan a los hombres más errados. Muy probablemente se refiere Platón a los artistas naturalistas que copian los seres sensibles. Las sombras en la pared de la caverna simbolizan las sombras terrestres, reflejos en lagos o ríos y copias artísticas de las cosas naturales. La situación de los encadenados se refiere al grado ínfimo de conocimiento que Platón denomina eikasia  o imaginación.
            El encadenado liberado que confunde los objetos falsos y el fuego con la realidad y que no ha salido aún de la caverna, simboliza al hombre común no iniciado en el conocimiento. Los objetos falsos simbolizan las cosas naturales y el fuego de la cueva al Sol. Efectivamente, gracias al fuego ve el cautivo los objetos de la caverna y gracias al Sol vemos nosotros las cosas sensibles. La situación de tales hombres simboliza el estado de conocimiento de pistis o creencia. Evidentemente seguimos estando errados, pero el error de pistis es, por decirlo de algún modo, menos disparatado que el anterior.